CRITERIOS Con Pablo Medina Carrasco

1X10

Tú lo cuentas y no te lo creen. La cucarachas del siglo XXI van para los 25 años robándose todo lo que pueda tener algún valor en Venezuela. Han acabado con todo un país, para meterse en sus bolsillos sin ningún recato cualquier cosa que se les atraviese, y no han conseguido en todo ese tiempo construir un aparato político que medio valga la pena.

Son tan mamarrachos, que en pleno siglo XXI no tienen una maquinaria política, un grupo importante de operadores que salgan a dar la cara por ellos ante cualquiera de las muchas estupideces que a cada rato se inventan. No nos confundamos: el régimen lo que tiene son viciosos como Rafael Lacava, un puñado más de focas amaestradas en la Asamblea Nacional y un mundo de alcaldes y gobernadores rojo-rojitos que trabajan solo para ellos mismos. Esos son delincuentes de barrio.

Encargados de los negocios sucios del “alto gobierno” en el interior del país. Funcionan como en tiempos de Juan Vicente Gómez; alcaldes y gobernadores de la revolución vendrían siendo lo equivalente a los jefes civiles analfabetos, pero todos con secretarios bachilleres, quienes redactaban los oficios.

Gracias al mismísimo Satanás, a Chávez se le ocurrió montar el “mejor sistema electoral del mundo”. De no ser por él, por el CNE, por su Sala de Totalización y sus rectores, muy pero muy corruptos, el régimen en Venezuela no podría echar el chiste de ser un país “democrático” ni adentro ni afuera.

De no haber construido ese parapeto electoral, jamás habrían ganado ni una reina de toros coleados. Sin embargo, luego de todo ese pocotón de dinero robado no han conseguido llegarle ni a los tobillos a los adecos de la Cuarta moviendo gente, carreteando votos y forjando actas.

En serio: no los subestimemos, pero tampoco creamos que son unos genios. La realidad es que el régimen que controla a Venezuela, se apoya en las fuerzas de ocupación que Chávez invitó al país para que cuidara sus negocios sucios.

A una pobrísima lectura de la política hemisférica por parte del Departamento de Estado de los Estados Unidos de Norteamérica y, muy en especial, a una serie de factores de la oposición política increíblemente corrompida, cínica e hipócrita, que ha malgastado la potente energía del pueblo venezolano. Mientras que, la gran mayoría de esa oposición ha hecho y hace día a día negocios fabulosos, enriqueciéndose con total descaro por su conchupancia con el régimen de Miraflores. Y la verdad es que el NARCO-RÉGIMEN está mal, muy mal.

Y por favor: no es por temor ni a las sanciones internacionales ni a la fuerza electoral de María Corina Machado. El régimen está tan mal de “calle”, que ya ni tiene gentecita para que le haga bulto en los centros de votación el día del dizque referéndum del 3 de diciembre.

En vista de eso, de lo arrecha que está Venezuela, están obligando a la NARCOGUARDIA bolivariana a montar un 1X10 el día de la fantochada del Esequibo. Están obligando a los guardias a que arreen y agarren al primer desprevenido que se consigan ese día en las calles seguramente desiertas de nuestras ciudades, para llevarlos a pescozones a hacer la cómica de votar.

El programa «Venezuela Toda» es un triste remedo, una pobre caricatura de lo que hacían los adecos de la Cuarta moviendo gente. Estos, con todo ese platal robado, ya no cuentan con gente ni para meter la coba… Entonces, bandidos, ¿así es que se gobierna? ¡No me jodan!

Por eso: ¡Dios, Venezuela Libre y Cese de la Ocupación!

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