El Fogón de la Editora

A TODOS NOS TOCA

Yolanda Medina Carrasco / Venezuela RED Informativa.us

Ninguno de los que estamos aquí, o en cualquier otro lugar lejos de Venezuela, ni queremos ni podemos superar las distancias que los separan de los nuestros. Venezuela está regada, la nación se desordenó por todo lo ancho y largo del planeta Tierra.

Los que estamos afuera del país, somos mucho más que remitentes de remesas o de cajas con cosas que necesita nuestra gente. Somos una parte de Venezuela que la maldad hecha dictadura empujó a huir de la opresión y de la miseria.

Diciembre dejó atrás el sabor de los dulces nuestros, las hallacas y del pan de jamón que hemos llevado adonde quiera que lleguemos. Ahora, en enero, continúan como siempre las enormes dificultades por las cuales pasamos día a día, lejos de nuestra tierra. El trabajo duro continúa antes, durante y después de las navidades. Las dificultades, los apuros y la vida estrecha con la cual nos toca lidiar están, estarán y nos harán compañía por el resto de 2022. Allá, en Venezuela, nada cambia.

Las grandes mayorías venezolanas que estamos regadas por el mundo, dejamos atrás familias, amigos, afectos, mascotas y propiedades, en una especie de animación, de tiempo suspendido. De relojes parados, justo a la hora exacta en que salimos del país. Y, a partir de ese instante, empezamos a correr las nuevas horas, los nuevos calendarios de la diáspora nacional. ¡Que es muy dura! ¡Que es muy difícil!

Muchísimos de nosotros contamos con servicios públicos de primera como agua, luz, internet, libertad y vida moderna. Estamos conscientes que, a quienes dejamos atrás, allá, en Venezuela, les toca el “país por cárcel”. Allá nadie se engaña: ¡Venezuela es un desastre!

Pero, sin complejos de ningún tipo: para los que estamos regados por el mundo, tampoco es que la vida nos resulte fácil. Todos los venezolanos ahora, y por igual, cargamos cada uno con nuestra propia cruz.

En la Venezuela de 2022 las grandes mayorías somos quienes pagamos los platos que han roto tanto la dictadura como la oposición cómplice y complaciente. ¡Porque todos, sin excepción, sufrimos a nuestra Venezuela!

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