Edilio Peña: «El infierno que vive el venezolano es un reto a la imaginación»

Glenda Romero / Venezuela RED Informativa.us
“La más noble función de un escritor es dar testimonio, como acta notarial y como fiel cronista, del tiempo que le ha tocado vivir”, esta frase del crítico y poeta español Camilo José Cela, retrata acertadamente al connotado escritor, dramaturgo, narrador, ensayista y guionista de cine Edilio Peña, a quien tuvimos el honor de entrevistar, para la sección “El personaje de la semana” de Venezuela Red Informativa.us.
Confieso que conversar con este extraordinario y afamado personaje, intimida y subyuga espiritualmente al receptor en un diálogo, y al mismo tiempo inquieta, emociona; y hace que quien le entreviste se movilice internamente, pero que además sienta el reto de cumplir con la tarea encomendada, o sea, escribir acerca de un escritor.
Es público y notorio que gracias a su excepcional talento, su fecunda trayectoria bibliográfica, ha sido reconocida y galardonada con numerosos premios nacionales e internacionales, entre los que figuran: “Premio Tirso de Molina”, “José Antonio Ramos Sucre”, “Fundarte en narrativa”, “Universidad de Carabobo en dramaturgia”, “Nacional en guiones cinematográficos “Miguel Otero Silva”, en novela el » Plácido José Chacón » y la “Orden Andrés Bello.
Leyendo su historial curricular observamos que gran parte de su obra literaria, ha sido traducida al inglés, francés y portugués. Actualmente brilla en España con “Hambre en el Trópico”, donde narra el drama del colectivo venezolano, en el que humanamente cunde la desesperanza “Un padre y un hijo tratan de conseguir comida en un escenario plagado de basura; una antigua actriz vive con un mono mientras intenta sobreponerse al abandono de su acompañante; dos hombres incendian un hotel de un pueblo para cobrar el dinero del seguro contra accidentes”.
Nuestra charla, se inició al sugerirle que nos hablara de su reciente obra “Hambre en el Trópico: teatro del apocalipsis”, lo cual incluye también las piezas teatrales “La noche de la bestia y La ópera del suicida”. En ese instante se preguntó en voz alta “No entiendo por qué “los caraqueños no miran el cielo, ni tampoco se deleitan con El Ávila”, justo en medio del infierno que viven”.
-¿Qué hacer frente a este pandemónium?
-Hay que apelar a la inventiva y a la creatividad. El infierno que ahora vive el venezolano, es un reto a su imaginación, sentenció.
Peña nació en el ambiente fantástico de las tropicales playas de oriente, en Anzoátegui, pero se considera un enamorado de las montañas de Mérida. tanto, que aguanta estoicamente ese frío, que en días pasados, congelaba las cosechas de los agricultores merideños. A esa ciudad, musa de poetas, la defiende con pasión “el frío no es igual en toda Mérida. La montaña aproxima a la bóveda celeste. Los andes son hermosos, Yo siento y creo que el paisaje influye en la gente, los merideños son muy especiales”., afirma orgulloso.
–Y el mar… ¿En el mar está Dios?
-Dios está en todas partes, aunque su lugar ideal es en el corazón del hombre. He tenido toda mi vida una relación cercana con el mar. La presencia del paisaje para mí ha sido muy importante. Crecí en ambiente de playas. Puerto La Cruz, Margarita y Cumaná, colmaron mis primeros años de frescura. Al fondo de mi casa, llegaban en pleno amanecer los pescadores a desayunar sardinas con arepas. Yo también fui un gran nadador. El mar, claro es una de mis pasiones. Te cuento que me gusta trotar por la orilla de la playa y escalar la montaña, pero el sol de la mañana en Mérida es distinto al de oriente, es ardoroso».
Se extravió al nacer
Edilio está armado de ideas y de una innata creatividad, que le afloró desde su nacimiento. Recién llegado a la vida fue protagonista de una historia inédita. Se extravió en la maternidad y todos lo buscaban con angustia. Él bebé no aparecía y después del tormentoso momento, su madre lo identificó gracias a que le había visto previamente en el mundo extrauterino un lunar. Felizmente apareció, pero nunca se supo en qué andaba el chiquitico. Lo que sí quedó claro fue una marca especial, para la dramaturgia de ese ingenioso neonato, al que se le ocurrió extraviarse, justo acabando de nacer.
Define su infancia como muy feliz. Recuerda a su mamá contándole cuentos para dormirlo, con lo que él interpreta, comenzó su carrera por el arte de contar historias. Agrega que desde los seis años sintió pasión por los cuentos y novelas, por la dramaturgia y por el maravilloso mundo de la creación “Me gustaba cruzar palabras y juntar palabras. Es que más allá del lugar común, las palabras una al lado de otra, crean frases, imágenes y melodías. Ese juego me gustó y así comencé a desarrollar mi pasión’.
-¿La creatividad de tu madre marcó tu carrera?
-Sí, la prodigiosa imaginación de mi madre me funda como escritor. Ella se la pasaba contándome cuentos que inventaba; y, como en la casa no había radio ni televisión, yo disfrutaba mucho de esos relatos que ella me narraba. Desde que comencé a escribir, hago lo que le gustaba hacer a mi madre conmigo, así me siento también agradecido.
Edilio tiene un tono de voz suave, sereno. El lo reconoce “no soy explosivo, soy de naturaleza muy serena.
-No pareces oriental.
Su respuesta fue una contagiosa carcajada.
Durante el conversatorio apreciamos a un Edilio Peña, dueño de gran gentileza. Definitivamente, no hay manera de obviar que detrás de este escritor está un caballero, que como todo hombre de trascendencia, no quiere hablar de sus galardones, ni de sus reconocimientos. Me recuerda la actual situación venezolana “a quien piensa lo persiguen”, expresa, refiriéndose a su tarea de escritor.
-A los periodistas también nos persiguen, le respondo.
(Risas).
Ha escrito distintos géneros. En su currículum destacan nombres de estas obras teatrales, como: «Resistencia”, “Los pájaros se van con la muerte», «El Chingo», «Lluvia ácida sobre el Mar Caribe”, lo que nos motivó a preguntarle:
-¿Puedes hablarme de tu tendencia por la dramaturgia?
-Yo escribí teatro y narrativa. Paralelamente mi primera pieza de teatro la hice a los 17 años. Después gané el Premio Ramos Sucre. Así comencé a escribir teatro, y con esa obra recorrí el mundo entero, pero no me gusta hablar de ello, es elogiarme y eso me causa vergüenza.
-Pero de la musa sí puedes hablar… ¿Te llega despierto o en sueños?… Perdón, ¿te puedo tutear?
-Claro, Glenda y Edilio pa’ lo que salga
– Ja…ja…ja…
Admirador de Shakespeare
“Yo escribo si soy tocado por un tema, o por un sonido. Yo no escribo por escribir. Para mí, escribir es algo muy sagrado. Es un acto de fe, es una expresión sagrada. Lo he asumido así siempre, sin pretensión. Yo por ejemplo, no puedo ser un escritor que convierte el infierno en una obra de arte y que le saca provecho a la desventura con aventura».
-¿Eres shakesperiano?
-Me encanta Shakespeare, es lo máximo de la dramaturgia. Tiene personajes como Gloster en Ricardo III, que dicen frases como esta: “Mi consciencia tiene millares de lenguas y cada lengua repite su historia particular”. Eso en el siglo XVI representó, sin duda, un hallazgo extraordinario.
Edilio Peña también ha incursionado con buen pie como coguionista cinematográfico con “La boda”, “Agua sangre”, “La mujer ajena”, “Los amantes de Sara”, “Los platos del diablo”. Por cierto, su obra “Los pájaros se van con la muerte” fue adaptada al cine por Thaelman Urguelles; y su ópera prima “Resistencia”, representó a Venezuela en el Festival Mundial de Teatro de Nancy, en Francia
Hoy en día, cuando Venezuela sufre la pesadilla del Socialismo del siglo XXI, nos llama la atención que este notable escritor, que ha tenido tanta notoriedad, que sus producciones literarias ha trascendido las fronteras de su patria, se extrañe que en su país natal, no se haya producido una serie patrocinada por el gobierno interino “y que se debería proyectar en Netflix, porque eso lo vería el mundo entero. ¿Cómo es posible que mi obra “Hambre en el Trópico”, sea leída afuera? … ¿Sabes?…¿Yo todavía no he visto mi libro. Aunque con este éxito, yo mismo estoy sorprendido”. A propósito, en los próximos días seré objeto de un merecido reconocimiento, en el Centro Cultural Chacao de Caracas.
-¿No eres profeta en tu tierra?
-No, yo he tenido la dicha de que mis obras se hayan publicado en Venezuela. Mis piezas teatrales se han montado en casi todo el territorio nacional. Mis libros y novelas se han editado acá. Se han hecho muchas películas. Todo eso se detuvo con la dictadura. La obra de un escritor no sólo está dirigida a su patria, está dirigida al hombre.
La negativa a una vitrina de Venezuela
El reconocido novelista lamenta que en su país haya falta de cultura política. Nos dice que sus ensayos políticos que revelan la tragedia que viven los venezolanos, continuamente, son bloqueados cuando aparecen en las redes sociales. “Entendemos las restricciones internas, pero cómo es que a Guaidó no se le ocurra exhibir una vitrina de lo que ocurre en Venezuela. A través del arte sería suficiente, patrocinar películas, dramaturgos, cineastas o escritores, que expresen lo que ocurre en el país”.
-¿A qué crees se deba esa falta de cultura política?
-A que a los políticos les falta conocer a la Venezuela profunda. Me refiero al registro de la variedad sociocultural. Hablo de las distintas costumbres y tradiciones del pueblo. Es necesario sentir el contraste del paisaje y la diversidad, pero nuestros políticos se creen superiores y de paso la política tiende a invisibilizar al arte en Venezuela. Ellos creen que hacer una película sobre el país, no es un acto político. Creen que una pieza de teatro no tiene valor político trascendente de modificación y rebelión, una película tampoco, nuestra clase política es muy inculta e insensible y es necesario invertir para crear sobre Venezuela.
-Pero lo que ofrecen son películas sobre Simón Bolívar.
-Exacto, porque a ese Bolívar lo volvieron contra los venezolanos. Mira, el mundo cambió y el paradigma de la política también cambió. Ah, ¿y por qué Guaidó no hizo películas sobre Venezuela?
-No las ha hecho, ni las va a hacer.
-¿Cómo haces para subsistir en Venezuela con esta crisis tan fuerte?
-Con flujos y reflujos, esa es una buena pregunta. Bueno, a veces me contratan como guionista de cine de otros países. Hay gente que me conoce y me han llamado, para escribir artículos. Con la jubilación de la Universidad de los Andes, no podría vivir. De verdad, me resulta incómodo hablar de mí, con 30 millones de personas resistiendo.
No fue fácil escudriñar a Edilio . Es escurridizo ante esas preguntas que buscan hurgar en su vida personal, pero si dejó colar que es muy disciplinado y que al levantarse no es presa del bombardeo mediático, con el que el régimen controla ideológicamente a la población venezolana. Nos dijo que por las mañanas se deleita por ejemplo, con las Cuatro Estaciones de Vivaldi, o con los encantos musicales de Chopin, pero no se encasilla sólo en lo clásico, le envié por WhatsApp, la famosa “Malagueña”, interpretada con violín y la calificó de “hermosa”, o sea, le agrada escuchar el sabor musical mexicano.
Edilio admite que el tiempo que vive Venezuela es tormentoso, pero hablar con él, es lección de vida, parece un oasis que convoca con la palabra a no dejar que las circunstancias, por muy duras que sean, hagan rendir o abatir al ser humano. “El camino difícil es casi siempre el mejor, lleva a la salida del laberinto”, sostiene.
-En estos tiempos tan terribles, ¿qué puede hacer la gente en Venezuela?
-Cuando he ido a Caracas, que está muy agobiante, veo que la gente no disfruta su paisaje y eso ayuda mucho a la sobrevivencia emocional. Hay que disfrutar la tranquilidad de lo geográfico, del paisaje y apelar a la imaginación, que es el poder más grande que el ser humano tiene. Yo creo en el poder de la imaginación, hay que desarrollarlo, eso ayuda en la vida en los momentos difíciles.
