EMERGENCIA

Yolanda Medina Carrasco / Venezuela RED Informativa.us
Las declaraciones de la VP de Colombia ante la OEA ponen los pelos de punta. La avalancha de migrantes venezolanos hacia ese país rebasó sus capacidades. Colombia reporta tener sus ciudades saturadas, con más de 2 millones de refugiados venezolanos que han sido empujados por la pavorosa crisis humanitaria que padece nuestro pueblo.
Así, a las puertas de una nueva y aún más fuerte oleada de inmigrantes que se estima huyan en los próximos meses, Colombia cambia de giro. Colombia tira la toalla y anuncia una escalada de restricciones para el tránsito, y en especial para la permanencia, de venezolanos en su país.
Somos una raza de apestados, en épocas de postpandemia. El mundo y nuestros vecinos más cercanos nos cierran las puertas. Los millones de venezolanos espantados por el hambre, la miseria y la pobreza extrema parecieran condenados de por vida a la dictadura de Caracas, teniendo como carceleros a la falsa oposición, socia del régimen.
Ambas bandas han hecho grandes fortunas a cuenta de las desgracias que sufre nuestra gente. Ambas pandillas (oposición y NARCORÉGIMEN), han usado, manipulado y engañado nuestras penurias para robar las ayudas y los apoyos que muchos países nos han brindado. Han mentido, hablando de una prosperidad ficticia, un crecimiento falso de la economía venezolana, para mantener sus espacios de privilegios frente al pedazo del mundo al cual cada una de las bandas se conecta.
Presos, secuestrados por la dictadura, dentro de un país que se desmorona a pedazos, Venezuela se esta extinguiendo. Y, entre ellos, solo hablan de elecciones para 2024, como si el país, solito y por su cuenta, pudiese superar el hambre que está cobrando cada vez más y más vidas.
Solos, como pueblo, como gente, nuestro país se está apagando como una vela, de mengua y de miseria.
Si quienes estamos fuera de Venezuela no nos montamos en socorrer, aún más, a quienes dejamos adentro, el país no se salvará.