CRITERIOS Con Pablo Medina Carrasco

¡Gobierno en el exilio ya!

Saquen cuenta conmigo: uno de los pocos personajes de la política doméstica de Venezuela que suelta las cosas como son es Nicolás Maduro. ¡En serio, no es broma!

Con su cara de estúpido detrás del bigote, Maduro dice mentiras que nadie se cree. Pero es que tampoco hace el menor esfuerzo por hacerlas creer. Él y sus secuaces saben que son tan inverosímiles que ni vale la pena intentarlo.

Figúrense: ¡es el día que todavía está culpando a las sanciones de Donald Trump por el desastre eléctrico que cada día se agudiza más en el país! Por la vialidad destruida. Por la falta de agua. Por la desnaturalización completa y total de la que una vez fue la empresa privada en Venezuela. Por el clima; por el Niño y por la Niña y hasta por la Santa María e incluso hasta la Santa Biblia.

¡Por todo aquello que ni el inútil de Chávez ni él han logrado llevar a cabo en el país, 25 años después de haberse coleado en la cueva de Alí Babá! El régimen que jefea Maduro cada día que pasa lo hace parecer más como una democracia “con problemas”. Ya nadie habla de que Venezuela es un estado fallido. Solo es un país con problemas, gente pelando bolas y un montón de individuos huyendo por la puerta de atrás.

Y así se diluye día a día más el aspecto del país. Repintándolo: a conveniencia de un gentío tanto de dentro como de fuera de Venezuela. Aunque la verdad sea que Venezuela no es otra cosa que una feroz dictadura que ha entregado a todo un país a las más pavorosas entidades del mal y de lo malo que pueda existir.

Maduro es embustero, pero poquísima gente le cree; y mucha menos le para. Siendo el caso, es que un montononón de venezolanos compiten entre ellos para quedar en el primer lugar del concurso del jalabolas del año, y empatarse en los negocios exclusivos solo para los enchufados y sus amigos. Mientras que los grandes países de Europa, Asia y la misma Norteamérica se tragan felices las riquezas de nuestro país. Pagan sueldos y pensiones en bolívares que cada día valen menos, todo se mueve en dólares, que cada día que pasa valen más, y al que no le guste: está disponible la ruta del Darién.

Maduro, Diosdado, Padrino, los hermanitos Rodríguez y el resto de los voceros con que cuenta el régimen de hampones que controla a Venezuela, simplemente te dicen que se van a quedar para siempre pegados al poder. Que los demás no se vistan, que no van. Que la revolución llegó para quedarse y que solo ellos se van a robar todo lo que quieran en Venezuela. Los demás, que van de palo, tienen que brincar y hacer las morisquetas que sus chulos cubanos, chinos, rusos e iraníes digan.

Con el cuento de la “soberanía asistida”, que no es otra historia que la protección de los gobiernos más violentos, inmorales y sucios del plantea hacia la HAMPOCRACIA en Venezuela, va que chuta para que ellos se sientan guapos y apoyados gracias a sus cómplices de la oposición «Made in Mexico».

Así que, entre la increíble sinvergüenzura de una parte muy importante de la oposición venezolana, que juega pegada al régimen. Las patéticas formas en lo electoral. La complicidad de los principales países de Occidente con un régimen corrupto, opresor y salvaje que tiene al venezolano arrodillado, hay que actuar ya en la dirección de crear un gobierno nacional en el exilio.

Le guste a quien le guste, la “tal” salida electoral no es posible bajo las condiciones internacionales actuales. Venezuela tiene que armar un Gobierno en el Exilio. Un Gobierno en el Exilio blindado de inhabilitaciones, trucos Smarmatic y negociaciones entre pillos.

Por eso, ¡Dios, Venezuela libre y Cese de la Ocupación!

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