HISTORIAS PATRIAS

Yolanda Medina Carrasco / Venezuela RED Informativa.us
Por 27 años y más, Juan Vicente Gómez estuvo metido en el torrente vital de todos los venezolanos. Entrando y “saliendo” de la mirada pública, «El Bagre» exprimió a toda Venezuela hasta convertirla en un país del siglo XX.
De las sombras de la muerte, las guerras y las enfermedades del siglo XIX venezolano, Juan Vicente Gómez resultó ser el verdadero arquitecto de la Venezuela que tuvimos, hasta la llegada de este castigo llamado chavismo. A punta de sangre, Rotunda, castillos, grilletes, chácharos y “La Sagrada”, Gómez hizo de Venezuela una nación.
Todos los años, la gente que le adversaba confiaba que «la pelona», una nueva invasión o una asonada de entre sus propios militares acabarían con la tiranía. Ese “milagro” ocurrió en diciembre del 1936.
Sin embargo, con López Contreras y Medina Angarita el camino hacia la recuperación de las viejas libertades civiles y políticas apenas y avanzaron a velocidad de morrocoy.
Por eso el país político no aguantó más y se alzó en 1945: la excusa consistió en no aceptar a un candidato del gobierno que, de paso, se acababa de volver loco.
Lo que sigue serán idas y venidas de una era que estaba de parto, peleando con otra que andaba de mortaja. Así, con la instauración finalmente de la democracia representativa en el país, Venezuela le cogió el gusto y amó con pasión al voto y a votar.
Cada cinco años el pueblo hizo sus colas para disfrutar del uso de tarjetas, tarjetones y urnas, inclusive con la sospecha que simplemente le daban vuelta a la misma cachapa una y otra vez.
Aunque luzca muy poco probable para muchas personas, Chávez y sus gentes entendieron a la perfección toda la historia reciente del país. Y a punta de muchísimas elecciones convirtieron a nuestra Venezuela en “esto” que hoy tenemos.
Los malos, no son necesariamente ni estúpidos ni torpes; la dictadura en Venezuela tiene hoy en día muy claro lo que está tratando de hacer. Y, hasta ahora, les ha salido bien.