LA GUERRA SIN FIN

Yolanda Medina Carrasco / Venezuela RED Informativa.us
A un mundo que está saliendo de la pandemia china, ahora le estalla una nueva guerra. Sobre mi pobre Venezuela caen encima varios camiones de tierra. La invasión a Ucrania por parte de Rusia se traduce en un montón de problemas más, que ocultan la tragedia que vive nuestro país. No seremos el ombligo del mundo; pero ¡Venezuela es lo nuestro y nos duele!
Si las opciones para la salida de la tiranía de Caracas cada vez sonaban menos, ahora ya ni se oyen. Un escándalo tapa otro escándalo. Un nuevo genocidio oculta a un Holocausto continuado, como el que ocurre en nuestro país.
Así, en medio de un planeta revuelto, allá en Venezuela llegaron los Carnavales. Y, aunque ya no pasean por las calles las carrozas de antes, el país esta atapuzado de disfrazados.
Medio país es experto, sabe y opina sobre Rusia, Ucrania y la OTAN. Limpian el piso con el presidente Biden e, inevitablemente, muchos no podemos dejar de pensar en la administración del presidente Donald Trump y en cómo era que él hacía las “cosas”.
Total que los que saben no paran de recordarnos lo bicho que está siendo Putin. Lo maluco que es por invadir Ucrania. Lo diabólico que resulta ser por no tolerar que ese país ingrese en la OTAN, se arme hasta los dientes con tecnología occidental y le apunte en dirección a Rusia.
Para nosotros, en Venezuela, el asunto es que Vladimir Putin cuenta con bases militares en nuestro país, cortesía de la dictadura de Caracas. El mismo régimen que dice ser celosísimo de la soberanía nacional, la cual mantienen también en arriendo compartido con China, Irán y, por supuesto, con Cuba.
Pero de eso los “expertos”, no dicen nada. Ahora solo hablan del castigo que está recibiendo Ucrania de la aplanadora rusa. De que están más solos que la una, a pesar de lo mucho que los habían envalentonado las potencias de Occidente en contra de Moscú.
Igual que con Venezuela; pura declaradera, para después salir con el típico “arréglatelas como puedas”. ¡Dios proteja a nuestros pueblos!