La página web de la DEA


Que buen escándalo, pero de micrófonos, se ha armado por la visita del colombiano al Brasil de Lula. Buena parte de América se rasca la cabeza. O no entienden el mensaje, o se hacen los policías silbando iguanas.
Un dictador con acusaciones abiertas en la Corte Internacional Penal por delitos de genocidio. Capo de una poderosa banda de narcotraficantes internacionales que se ocultan detrás de los símbolos de un estado. Con precio por su cabeza por parte de la DEA y aparece bailando samba en el país de Lula como si nada. ¡Y no le pasa nada! No es increíble, es que ¿YA NO LO BUSCAN?.
Allá el asunto no se trata de poner en duda la moralidad del anfitrión de Maduro en Brasilia. Lula es un exconvicto que logró salir de la cárcel por ser también el capo de un entramado de corrupción internacional monumental. Lula, Odebrecht y el resto de los bandidos «Made in Brazil» han dejado tras de sí un reguero de corruptos libres y de corruptos encerados en muchas cárceles por ladrones del tesoro de sus propias naciones. Lula es simplemente un pillo y el Foro, por cierto, está justamente en Sao Pablo, Brasil.
Pero esta vez, este viajecito de Maduro y compañía, no fue a la Turquía de Endorgan. No, fue a visitar a otro crápula lejano tan torcido como él. En esta oportunidad, lleno de confianza, Maduro se da un saltico al Brasil, como si fuera un presidente legítimo de Venezuela, y hasta de alfombra roja lo reciben.
Y allá, en Brasil, un diputado, como por joder, le envía una carta a la embajadora norteamericana en Brasilia denunciando el paradero cierto del colombiano en su país. Y, por supuesto, la embajadora, la embajada, el Departamento de Estado, el Departamento del Tesoro, la DEA, los parques Disney y el mismo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, no hacen nada de nada al respecto.
Maduro sigue engordando sabroso y bebiendo caipiriñas brindadas por su compinche Lula y la pandilla de sinvergüenzas que se burlan de algo más de 20 millones de venezolanos que quedan en el país, quienes están siendo exterminados a cómodas gotas por el régimen de Caracas.
Ojalá que al menos le reconozcan al diputado brasileño los 15 palos por facilitar el paradero para la captura de Nicolás Maduro, como sigue escrito en el “Se Busca” que aún está en la página web de la DEA.
Sin embargo está visto que el alto gobierno norteamericano ya no tiene interés alguno en ese cartel, ni tampoco le hace ningún caso a ese cartelito en la web. Porque alguien, una poderosa fuerza, ha debido permitir y garantizar la no captura y la seguridad física de Maduro en su paseo por Brasil. Por eso, por amor a Dios: ¿a qué estamos jugando?
Total: ¿O faltan esféricas en muchas partes del mundo, o ya todo está arreglado para la convivencia con la peste del siglo XXI que azota a Venezuela? Que respondan Chevron, Exxon, otras empresas petroleras y los narcosobrinos.
Todo indica que, mientras nuestro país se mantenga a flote sobre un océano increíble de petróleo fácil, muy barato y disponible, el régimen siempre conseguirá que el resto del mundo se voltee hacia el otro lado y no se quiera dar por enterado de las atrocidades que llevan estos miserables a cabo sobre un pueblo inocente. Como dice el amigo Francisco Urdaneta en sus micros ”!Amanecerá y veremos!”.