Santos Luzardo / Venezuela RED Informativa.us
Ese vocablo latino es propicio para referir lo viejo de esa actitud tan perniciosa. Significa: Ninguna esclavitud es tan vergonzosa como la voluntaria.
La incapacidad, la indisposición, la comodidad y hasta la llamada viveza criolla, que pretende sacar provecho de todo y de todos, son atributos de la ignorancia, definen la actitud generalizada del sujeto cuyo comportamiento se subsume dentro del concepto señalado como título.
También ocurre en tales personalidades la actitud explosiva frente a la verdad que le resulta adversa por contrariar sus ilusiones de resolución mágica sin la participación de su esfuerzo y hasta sacrificio.
De allí que cuestionar a un necio es un acto de agresión por lo que tal insensatez califica al autor de enemigo. Cada vez que se crea una ilusión de posible salida del régimen quien la contradice por banal es atacado con furia y sin embargo el tiempo se ha encargado de hacer que se esfumen decenas de ilusiones infundadas como la última.
El silencio de los buenos, la complicidad de los vivos, la omisión de los incautos, la prudencia inoportuna, la incapacidad de los llamados capaces, el incumplimiento del deber y la ignorancia no permitirán refundar la patria perdida, aunque los ilusos pretendan imponer un futuro surrealista fundado en la nada. No ha habido más que palabras, retórica, engaño y torpezas tachadas de heroísmos.
La inocente ingenuidad de María Antonieta, reina y consorte de Luis XVI, dijo frente a la hecatombe que se le venía encima: «si no hay pan que coman pasteles». Hoy, mutatis mutandi, muchos pretenden y exhiben tal inocencia, desconozco si por incapacidad o exprofeso, pero tal actitud no los salvará.
Simón Bolívar dijo: «Me he convencido más y más que ni la libertad, ni las leyes, ni la mejor instrucción nos pueden hacer gente decente… menos aún republicanos o patriotas verdaderos. En nuestras venas no corre sangre sino maldad mezclada con terror y miedo». ¿Cómo se funda una República sin ciudadanos? Solo de mentira o sin bases como siempre se hizo aquí.
No se logrará tampoco pretendiendo lanzar al pueblo incauto prendado de una ilusión a la calle a que los maten porque eso les hace creerse líderes y exhibir un poder de convocatoria falso.
«Un pueblo pervertido si alcanza su libertad, muy pronto vuelve a perderla; porque en vano se esforzarán en mostrarles que la felicidad consiste en la práctica de la virtud…».
Una congregación de venezolanos de alta calificación moral comprobada debe unirse según tanto nos pidió El Libertador, y gestionar el camino a seguir para lograr los más altos objetivos del país que destrozaron sin aparente solución.
La verdad, por infeliz que nos resulte, no debe ser tachada de pesimismo sino de diagnóstico certero para no equivocar la medicación que debe ser disparada, no hay más salida, aunque haya que comenzar ahora luego de 22 años perdidos y sufridos.
De la Orden de los Caballeros de Fénix
