
Pablo Medina / Venezuela RED Informativa.us
Si la generala jefa del Comando Sur de Estados Unidos espera para Venezuela una solución de naturaleza democrática, también le pedimos que nos ayude en la búsqueda del logro del Juego Limpio. Es decir, la misma receta que le hicimos llegar al señor embajador James Story.
Insistimos en donde sea y a quien corresponda, señora generala Richardson, en este ejercicio de corte y pega de naturaleza política.
Resulta una necesidad impostergable, previa a cualquier evento electoral en Venezuela, la realización de una auditoria y un de proceso de limpieza y saneamiento del registro electoral. En mi país, tanto los muertos como las personas de más de 120 años, votan tantas veces como el régimen de Caracas y sus compañías electorales desean que suceda.
Que las votaciones se lleven a cabo en forma manual, no con máquinas arregladas por firmas electorales que, inclusive, han confesado públicamente que el software que utilizan ha sido alterado para producir resultados fraudulentos a favor del régimen.
Ha de producirse un cambio de los rectores del poder electoral. Es imperativo elegir un grupo de hombres y mujeres que sea verdaderamente imparcial y no comprometido ni con el régimen ni con la oposición política asociados con la dictadura en saquear al país.
Debe aceptarse la presencia de un grupo de países que actúe como acompañante internacional. Representantes de gobiernos del mundo con verdadero perfil democrático, a los cuales se les conceda cualidad de veto ante la eventualidad de alguna fechoría que a la dictadura se le ocurra llevar a cabo durante los comicios.
Hasta ahora, los veedores internacionales que han participado en los simulacros de elecciones democráticas en mí país han sido países cuyos gobiernos tienen reputadas tradiciones antidemocráticas y docenas de indicios y sospechas de fraudes electorales.
Y por último, y no menos importante, exigimos el retiro del Plan República para el manejo del material electoral, su movimiento, traslado y logística del mismo.
Como bien usted conoce, las fuerzas armadas de nuestro país, que en el pasado protegieron la pulcritud electoral por más de cuatro décadas en Venezuela, hoy solo son una caricatura de organización criminal, totalmente desviada de lo que alguna vez fue.
Esas son las condiciones, señora generala Richardson con las que el 85% de mi país comprende y aspira a llevar a cabo un Juego Limpio. Solo y nada más así es que Venezuela puede pensar en una puerta electoral que llegue a ser una verdadera SALIDA.
Me despido,
Pablo Medina Carrasco