El Fogón de la Editora

SUBLIMINAL

Yolanda Medina Carrasco / Venezuela RED Informativa.us

No nos engañemos: la dictadura de Caracas se mantiene en una visión bien firme, para mantenerse por otro largo tiempo en el poder. Ellos no son estúpidos, ¡para nada! Son malvados y perversos. Pero lo cierto es que no tienen ni un pelo de tontos.

Como parte del equipo escolar de pago de los niños que entran este mes en la escuela, allá en Venezuela, se encuentra el kit de la súper rata del bigote. Coloridos morrales, loncheras, cuadernos de raya y de cuadritos, pueden ser los acompañantes de los chamos de mi país para el curso 2022-2023.

Un simple ejercicio de mercadotecnia política, al mismo mamarracho que hicieron desfilar por el Paseo de los Próceres con los interiores por fuera y el aspecto de un chofer de buseta, ahora lo ponen a competir con la Barbie, el bulto de Mickey y los cuadernos de las series japonesas.

La lógica de la estrategia comunicacional del régimen resulta simple, pero muy engañosa. La idea consiste en meter en la mente de nuestros niños un ficticio súper-mequetrefe que se supone está resolviendo el problema de la electricidad, la falta de agua, de gasolina, de salud, de seguridad y de sueldos que le permitan a los papás realizar las compras que estos necesitan.

Así como la oposición en Venezuela está armando unas primarias para elegir un líder, el régimen pretende construirlo desde la lógica de un supuesto súper héroe que arregle todo aquello que ellos mismos han destrozado en los últimos 23 años. ¡Es que hasta en eso se parecen, vale! ¡La política desde la mentira!

La dictadura insiste anclarse en un fantoche tan falso como el original de Colombia; que todo lo puede resolver si lo llegas a llamar. Un producto suave y poco agresivo, dirigido a todo público, pero que podría entrar en muchas casas de nuestro país a través del cuarto de los niños.

Ese mismo monigote seguramente será el que el régimen va a mover de un lado para el otro del país durante la campaña para las elecciones de mentira de 2024.

Estoy segura de que este mamarracho va a lograr mejor aceptación que aquel otro inflable con la figura de Chávez y forma de muñeco «porfiao» que llamaban “El Intumbable”, que vendían los buhoneros de Caracas en las autopistas. Hasta que la muerte, bendita sea, se lo llevó.

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