Todas las opciones


Claro que los cogollos de la oposición hicieron muy felices al régimen de Caracas. Desmantelando a la Banda del Guaidó, ellos piensan que acabaron con la rabia. Y la verdad que para deshacerse de la mega trampa electoral de 2019 y de la usurpación de un colombiano en Miraflores, tienen que matar al perro. Y el perro, señoras y señores, el perro somos toda Venezuela junta. ¡No la tienen fácil, sinvergüenzas!
No se las den de leguleyos: con o sin Asamblea Nacional de 2015, el régimen hizo fraude en las elecciones de 2019. Hasta el mismo Henri Falcón, íntimo amigo de la casa, tras conocer los resultados desconoció a Maduro y a todo el proceso electoral.
El país y el mundo se enteró y vio cómo se llevaron ese día las maquinas Smart-fraudes al Poliedro y hacían un arroz con mango con ellas. Montando un relajo de, supuestamente, poner a votar a una millonada de personas a resguardo de no-sé-cuáles amenazas inventadas, con las calles vacías y los centros electorales llenos, pero de fantasmas.
¿Eso también se extinguió, Gerardo Blyde? ¿Tú no y que eres experto en derecho constitucional o sólo eres es un alcahuete más de la dictadura?
Con o sin Asamblea Nacional de 2015, Maduro es un presidente fraudulento, que ni representa ni compromete en lo absoluto a todo nuestro país. Recuerden ese detalle gobiernos y corporaciones adictas a la seguridad jurídica de buena parte del mundo; ustedes que hacen todos los días con esta república fuera de las leyes internacionales negocios, transacciones y acuerdos. Están firmado todos los compromisos con el régimen, sobre un muy frágil y muy biodegradable papel sanitario.
¡Habrá un día después, y les pediremos a todos ustedes las cuentas! Con o sin Asamblea Nacional de 2015, con o sin Juan Guaidó, tenemos la opción fabulosa en la creación de una Junta de Gobierno en el Exilio de Venezuela. Podemos redibujar el país del combate, el país de la pelea, para arrancar a todos estos delincuentes del poder en Venezuela.
La idea tiene que echase a andar. La idea se tiene que convertir en una realidad operativa, práctica, que desde algún rincón del planeta hagamos el espacio, la tierra, para salta hacia la toma de nuestro país. Y así, sin muchachadas, ni tentaciones que abran ventanas para hacer guisos y negocios, finalmente pongamos todas las opciones en la mesa para recuperar a Venezuela.