Pablo Medina / Venezuela RED Informativa.us
La mentira de una “supuesta prosperidad nacional” no se parece en nada a la realidad de los millones de venezolanos pelando bolas que están atrapados dentro de nuestro país.
Un insignificante aumento salarial está muy por detrás del brinco que han dado los precios en Venezuela. Solo unos pocos caen parados: la oposición hecha a la medida de las necesidades del régimen y los duros de Miraflores, que juntos están montados en los negocios que se avecinan.
Por eso, los que “saben” y “están” donde hay, guardan silencio. Ellos son los voceros autorizados del país donde no está pasando nada, donde todo va bien. Y lo único se les oye es de elecciones presidenciales, con todo y Maduro, pero para el año 2024.
Por eso es que, hace mucho tiempo, los venezolanos dejamos de creer en promesas de la oposición, en gobiernos de transición y en la ingenuidad de Henry Ramos Allup.
Por eso es que, si usted no pertenece a la cuerdita de la oposición que hace buenos negocios con el régimen, ni está en el bando de la dictadura, usted es Resistencia. Si usted no cree en arreglos ni en reacomodos con los carajos que han arruinado nuestro país, usted es Resistencia.
Si tampoco se traga el cuento del milagro económico venezolano, ni el de la resurrección de la industria petrolera nacional; como tampoco le queda ni un poco de fe en la voluntad de la Administración Biden/Harris para sacar a Venezuela del profundo hueco donde se encuentra, usted, definitivamente, es Resistencia.
