En el régimen de Maduro el derecho a la salud para los venezolanos es sólo una quimera

Glenda Romero / Venezuela RED Informativa.us
En el país de la revolución bolivariana el derecho a la salud es inexistente, es quizá un sueño, para decirlo más bonito, es sólo una quimera. Las mujeres paren en las calles en la capital y en la provincia, Los niños no tienen prioridad para ser atendidos y menos aún los ancianos, tampoco las mujeres embarazasas. La desnutrición es noticia cotidiana y a las autoridades eso les resbala.. Según la Federación Médica Venezolana, 301 centros de salud en el país, tienen un cierre técnico de 80%, por la falta de mantenimiento de sus instalaciones, de equipos, de implementos de trabajo, por falta de vigilancia, de electricidad y de agua,
En diversos hospitales de Caracas, por ejemplo, no hay capacidad para albergar a los pacientes, por falta de camas, la mayoría están inoperativas y en muchos casos obtener una hospitalización depende de una palanca o de una entrega de dinero a la calladita.
Hay hospitales que exigen tarifas a los familiares de los enfermos y también los pacientes tienen que llevar todos los implementos por ejemplo, para una intervención quirúrgica.
Los laboratorios y servicios de radiología no funcionan y a eso se agrega la inseguridad personal. La falta de inversión en el sistema de salud pública es muy protuberante, muy pocos recursos se destinan al sector.
En el año 2019, el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas,CICPC, creó la División de Investigación de los Delitos Contra la Salud Pública, pero en el tiempo no ha ofrecido resultados satisfactorios, muchos maleantes hacen de las suyas en los pasillos de los centros de sañud..
Jaime Lorenzo, de la ONG Médicos Unidos de Venezuela, asegura que los robos son comunes en las áreas de emergencia de los hospitales y que incluso muchos delincuentes ajustan cuentas con balas, dentro de loscentro de salud..
El Estado venezolano no garantiza asistencia social, ni seguridad personal, una prueba fehaciente se registró en enero de 2022, cuando varios criminales confundieron al joven Fabio Simanca y lo asesinaron dentro del Hospital de El Llanito, en el estado Miranda.
Los trabajadores de la salud también sufren la violencia y el terrorismo de Estado. En cada manifestación callan sus protestas, con el objetivo de silenciar el deterioro de la infraestructura hospitalaria y la inseguridad que tiene a médicos, enfermeras y pacientes contra la pared, además de amedrentados por el hampa y por las amenazas y la persecución de los llamados grupos “colectivos”, que son personas afectas al régimen. La arbitrariedad contra el personal sanitario con despidos injustificados y arrestos, como consecuencia de denunciar la falta de insumos médicos, o la carencia de servicios públicos es permanente.