La industria venezolana cerró primer semestre del año con caída productiva de 7,6%

Glenda Romero / Venezuela RED Informativa.us
La economía venezolana ha sufrido un retroceso este año, en comparación con la leve mejoría que tuvo el año pasado, así lo revela la Encuesta de Coyuntura Industrial, efectuada por Conindustria.
El presidente de Conindustria, Luigi Pisella dijo que las consecuencias de este revés es padecido principalmente por las pequeñas y medianas empresas.
«Ha habido una ligera recuperación con respecto al trimestre anterior. Vemos como punto resaltante que el 47% de la pequeña industria trabaja con menos del 20% de su capacidad instalada. A ellos hay que atenderlos y prestarles más atención para ver cómo recuperarla», destacó.
Esta realidad dificulta que la industria pueda subir el salario a sus trabajadores, lo que a su vez estanca la capacidad adquisitiva de los empleados del sector industrial.
Un entramado de variables perjudican la producción nacional y dificultan que la industria siga creciendo, por ejemplo el estudio refleja que el 92% de las empresas se ven afectadas por la baja demanda nacional, las ventas de las empresas caen y cae la producción.
El 89% de los encuestados aseguran estar afectados por la falta de financiamiento, esto se debe a la ausencia de crédito bancario, toda vez que la carencia de préstamos, dificulta el incremento de la inversión.
Según el Fondo Monetario Internacional, el PIB de Venezuela se calcula en unos 96.928 millones de dólares; por lo tanto, para que una cartera de créditos represente 14% de esa cifra, debería sumar 18.414 millones de dólares, o sea , unas 18 veces más de la disponibilidad crediticia actual. Entretanto, el BCV a través del encaje legal, bloquea 73% de los depósitos bancarios, dejando solo 27% disponibles para préstamos.
Al respecto Conindustria propone que se introduzca al sistema bancario la masa enorme de divisas en efectivos que circula en la economía no bancarizada. «Existe entre $4.000 y $6.000 millones de dólares no bancarizados. Es un dinero muerto. Pedimos que se permita la intermediación financiera de ese dinero para que se sume a los $1.000 millones de la cartera de créditos actual y se permita prestar más del 30% de los depósitos, para que ese ingreso libere el financiamiento bancario a empresas y a personas naturales».