Valores Venezolanos les presenta al gocho Pablo Antonio Parada
Pablo Antonio Parada es un joven gocho de Capacho, de donde son las piñas más sabrosas que hay en mi país. Pablo Antonio es uno de esos gochos de acero. Un guarimbero de 2014 que salió a buscar la libertad de Venezuela, fajándose con la NARCOGUARDIA y los colectivos en las calles de San Cristóbal, y a cambio recibió traiciones, arreglos y negocios de la oposición con el régimen. Pero, eso sí: mucha “fuerza y fe”.
¡Como a muchos, como a tantos, como a todo un país, lo dejaron solo cuando apretando más se pudo haber llegado a la entrada de la salida de estos criminales!
Estudiante olvidado hasta por su propia universidad, la Universidad Católica del Táchira, que lo vendió tantas veces como el régimen así lo ordenó, cayó preso. Su universidad, que lo debió haber protegido, y no lo hizo, la parte cómplice de su sociedad enchufada y los partidos políticos que aun dicen adversar al régimen, lo entregaron a la dictadura; así, todos ellos, continuaron comiéndose al país junto con el régimen, mientras Pablo Antonio al lado de cientos de niñas y niños Libertadores, fueron convertidos en objetos del horror y del miedo, como política de disuasión del estado forajido venezolano, para paralizar cualquier nuevo intento de rebelión popular en el futuro.
Pablo Antonio, en manos de la dictadura, sufrió terribles torturas, vejaciones y encierro. Además de los compañeros de cárcel que compartían su mismo destino, solo contó en esos momentos con sus recuerdos de niño. Con las enseñanzas que le dio su padre. El amor al país que desarrollo desde pequeño y el sueño que tuvo desde que puede recordar. Ese que tenía que ver con haberse perdido la oportunidad de luchar por la primera Independencia de Venezuela durante el siglo XIX, al lado de sus compañeros imaginarios, de los personajes reales que contaban sus libros de historia. De los hombres que le dieron la libertad a su Venezuela.
Sobrino de la Francmasonería Universal, profesa un culto especial por la democracia, la libertad, la igualdad y la fraternidad entre todos los hombres. En ellas cree, con ellas vive como hombre, como político y venezolano.
Eso y su pasión por la recuperación de Venezuela como un país de verdad lo ha hecho crecer como líder estudiantil. Lo ha fortalecido, se ha hecho mayor como preso de conciencia y como libertario muchas veces torturado, tanto por venezolanos como por infames extranjeros, jefeando en cárceles sombrías de nuestro propio país.
Acompaña a la gente del movimiento que impulsa Oscar Pérez, hasta que el aparato de terror del régimen le pisa los pasos. Eso le hace huir del país en 2018.
Hoy Pablo Antonio Parada es un hombre hecho y derecho, completamente formado en la política. No se deja engañar y sigue obstinado en la búsqueda por recuperar a Venezuela; por quitársela de las manos a los criminales del siglo XXI.
Ayer, hoy y en cualquier momento, Pablo Antonio Parada fue, es y será Resistencia. Acompaña al Grupo de los 67 venezolanos que, desde afuera del país, desde donde estén, aspiran a formar el cuerpo de los 167 diputados de la que será la única Asamblea Nacional, Originaria, Legitima y Legal, de la nación venezolana.
¡Bienvenido, Pablo Antonio! ¡Esta vez vamos a triunfar! Por eso: ¡Dios, Venezuela libre y Cese de la Ocupación!
