El colectivo de Tocorón


A mediados de semana, activistas por el derecho a la vida de los venezolanos mostraron en Times Square los “usos” que el régimen da al Helicoide en la ciudad de Caracas.
Se exige al mundo que la NARCOCRACIA que jefea Maduro cierre los centros de tortura y vejámenes que existen regados por todo nuestro país. Son esos espantosos lugares donde la dictadura practica todo tipo de infamias y vejaciones con las cuales aspira doblegar a la Resistencia, obligar a la migración forzada por el espanto y el terror de estado, y a arreglarse con la oposición electorera del país para continuar con su farsa de democracia electoral.
Y no ha pasado ni un día completo del golpe mediático llevado a cabo en contra de la dictadura, cuando los cubanos le inventan a Maduro la toma y “recuperación” del Penal de Tocorón.
Centro penitenciario infestado, casi ocupado en su totalidad, por peligrosísimos elementos integrantes de la megabanda El Tren de Aragua. Una de las organizaciones delictivas mejor armadas y organizadas de todo el país; con un tremendo parecido al aparato del chavismo paraestatal, y que tiene azotada a media Venezuela con sus delitos y sus crímenes. Por ello, no cabe duda, de que El Tren de Aragua es otro colectivo del régimen con sede en Tocorón.
Algo así como otra franquicia de lo peor de la revolución del siglo XXI; también con poderosas ramificaciones en varios países de la América Latina. Una organización delictiva dedicada al tráfico de drogas, extorción, secuestro y asesinato por encargo. Es decir, las mismas “habilidades” y parecidísimo desempeño con que se mueve el actual estado venezolano.
Digamos que el equivalente de los cuadros que dan la cara por Lula en el Brasil, o los amigos invisibles que tanto ayudan a Gustavo Petro en Colombia o los que están montados con Boric en Chile. Más o menos la misma basura… ¡Digo: para ponerlo en contexto!
Total que esas joyitas, que hace años se conoce que usan al Penal de Tocorón como centro de operaciones y santuario para llevar a cabo muchos de sus crímenes, de pronto reciben la “visita” de once mil funcionarios con el objetivo de “recuperar la cárcel”; y no olviden que ya estamos en elecciones.
Y lo que se comenta en toda Venezuela es que, apenas las fuerzas del régimen logran controlar las instalaciones, se consiguen con una parte ínfima de quienes deberían estar ahí recluidos. Un gentío ya no está. Que el líder de la organización ya había arreglado el show con el régimen; que ya no se encontraban en el penal ni él ni sus principales compinches.
Que todo el despliegue de fuerzas, los muertos y la candela resultó ser un parapeto armado por el régimen con el fin de mostrar una eficiencia de estado y un dominio sobre el crimen organizado por parte del NARCO-RÉGIMEN venezolano completamente falso.
Total, otro distractor más organizado por los cerebros del mal que se empeñan en ocultar lo que realmente está sucediendo en Venezuela. Y lo que ocurre es que, no es solo El Helicoide un centro de torturas. Son docenas de Tumbas y sótanos más lo que el régimen y sus socios en el crimen tienen ocultos, pero “funcionando” por toda Venezuela. Y eso, eso es imposible de esconder por más humareda que salga de entre las llamas de la Penitenciaria de Tocorón.
Por eso: ¡Dios, Venezuela Libre y Cese de la Ocupación!