¡Qué vergüenza caballeros!


Cuando les da por hablar del país a los marcianos que están participando en la campaña para las primarias de la oposición en Venezuela, son mundiales. ¡Hay que oírlos!
A Roberto Enríquez de Copei se le ocurre una de campeonato: ¡tenemos que cerrar al Banco Central de Venezuela! Como ahora el instituto emisor y regulador de toda economía civilizada, en Venezuela es otra ratonera más manejada por enchufados ignorantes que lo que dan es pena, hay que castigar al ciego y no a quien le dio el garrote. Bravo, buenísima oferta institucional; después de más de 24 años de esfuerzo sostenido de todos estos malvivientes dedicados a acabar con la institucionalidad de lo que una vez fue un país, Enríquez propone continuar con su siempre oportuna colaboración al chavismo: sigamos abriendo el hueco donde terminemos de enterrar a Venezuela en el fondo de la Edad Media.
Capriles, que tiene inundado YouTube con cuñas de las imaginarias maravillas que ha realizado en toda su vida política y que aún promete superar cuando el “flaco” llegue a ser presidente de todos los venezolanos, nos tiene muchas mejores. El “flaco” asegura garantizar 3 comidas diarias a los abuelos del país si él gana las elecciones; viviendas para todo el mundo, así como empleos y una nueva era de prosperidad nacional. Si y solo si, claro está, en esta oportunidad no le da otra vez por “cuidarnos”, entregando el triunfo electoral al régimen nuevamente, que esta vez no habrá invitación a bailar salsa.
María Corina declara la necesidad de una negociación con los hampones del régimen, pero para advertirles una vez más que ella es una mujer bien arrecha. Que con ella no se juega, ¡nada de guachafitas! Que no piensa aguantar estupideces como las que se caló Capriles en los años 2012 y 2013; que “dejó eso así” después de ganarle las elecciones a Chávez y luego a Maduro. ¡Que a ella y a sus votos se les respeta! Porque ella se conoce y sabe cómo es que “funciona”, como se bate el chocolate dentro del “mejor sistema electoral del mundo”. Que Jorge Rodríguez, Tibisay Lucena y el resto de los maleantes que han hecho del CNE y de sus máquinas un garito de trúhanes, a ella no le asustan. Así que le va a decir a los capos del NARCOESTADO venezolano, o sea a Diosdado, Padrino, Maduro y Cilia que ya empiecen a recoger sus baúles y que vayan viendo pa’ donde coño es que se van a ir cuando ella gane las elecciones del año que viene, porque no los quiere ver más en Venezuela.
Y, finalmente, Er Conde continúa tomándole el pelo al país. Sigue sin saber qué pasa en Cuba, ni tampoco le interesa; para él lo importante es la educación, aunque miles de chamos y jóvenes del país han sido empujados, por la vida que se vive en aquella dictadura, a los caños y ciénagas del Tapón del Darién.
¡Qué cosa, vale! ¿Se darán cuenta estos “fenómenos” que todos ellos lo que están diciendo es de espaldas al salario hambre, de espaldas a la desnutrición infantil, de los suicidios, del infierno del Darién, de los apagones, falta de gasolina… De esto no se habla, miran para otro lado. ¡Qué vergüenza caballeros!