Gobierno Provisional


Vamos a ver si nos entendemos. Lo primero es perderle el miedo a lo que debemos hacer. O sea: lo que la banda de Juan Guaidó nunca hizo, porque le resultó más fácil tratar de hacer chantaje al régimen de Caracas y sacarle todos los reales que pudieran a un montón de países del mundo; que establecer un Gobierno Provisional para agarrar a la dictadura por el cogote y sacarla del país por las buenas o por las malas.
Un Gobierno Provisional o de Transición es un aparato político que asume el poder de un país, ante la caída del régimen que lo precede. ¡Punto! Así, facilito.
Y un Gobierno Provisional o Junta de Gobierno o Gobierno de Transición ejerce el control del país hasta la recuperación de la legalidad, la legitimidad y el ejercicio de las funciones normales de un Estado en crisis o en estado fallido o un Estado Forajido.
¿Qué parte todavía está oscura? ¿Qué pedazo se saltó la gente que manejó a Juan Guaidó; que lo puso a brincar las rejas del Palacio Federal Legislativo o le montó los sopotocientos ataques de payasos del régimen para hacerlo preso y que nunca lograron? ¿Qué estaban tratando? ¿Convertir a ese muchacho en «el Martín Valiente» de La Guaira, nada más?
Lo que tocaba y toca es armar un Gobierno Provisional para Venezuela. ¿Por qué? Porque en Venezuela tenemos a un colombiano que dice ser presidente del país, luego de hacer por dos veces junto con los rufianes que le acompañan, trampas en las elecciones tanto de 2013 como de 2018.
Porque la legalidad del país está perdida y pisoteada por un TSJ electo entre gallos y madrugadas por bandas de delincuentes, que tienen puestos precios internacionales por sus cabezas y, en cambio, los verdaderos magistrados del TSJ Legitimo fueron perseguidos por el régimen al siguiente día de sus designaciones.
Porque el estado malandro en Venezuela es utilizado por organizaciones internacionales dedicadas al narcotráfico, al terrorismo y todo lo chueco a la vista de quien quiera mirar.
Porque Venezuela ha sido convertida en santuario de pillos, guerrilleros y tránsfugas del bajo mundo.
Porque las funciones básicas, las funciones elementales dentro de cualquier estado medianamente moderno no se llevan a cabo, o se hacen mal adrede. La policía, las fuerzas armadas y el sistema judicial en su totalidad no protegen, ni custodian, ni median entre nadie; solo extorsionan, encierran, matan, desaparecen, judicializan y despluman a todos los ciudadanos que al régimen le convenga neutralizar, como una gran fábrica a cielo abierto dedicada a la matraca y el chantaje.
Y faltan muchos porqués más: ruego a quienes me escuchan y me leen, tengan la amabilidad de agregarlos ustedes mismos.