CRITERIOS Con Pablo Medina Carrasco

Casualmente Bruselas

Casualmente, “casualmente”, desde el inicio de la administración Biden/Harris en Norteamérica, Venezuela se parece a aquel cuento infantil en el que el emperador se paseaba desnudo por las calles de su reino y nadie decía ni pío.

En decir, allá en Venezuela no está ocurriendo nada que realmente deba preocupar a alguien. Y, de existir algún “detallito” menor, alguna discrepancia entre el tipo de país que disfrutan unos pocos y el otro país que se lo calan las grandes mayorías, cualquier “cosita” se acomoda con mucho “amor” y unas buenas elecciones “Smarmatic”. ¡Sí, Luis!

A ver si nos entendemos. ¡Porque nosotros en la Resistencia sí que tenemos el asunto bien clarito! Pero primero lo primero.

Si usted que me está leyendo o que me está escuchando a través de estos micros forma parte del régimen, o es un enchufado del voltaje que sea, o está encaramado en alguna de las partes de la pirámide de negocios que el amigo de un amigo que es su amigo lo metió para saquear también al país, corte esto. Cambie de canal o pásese a otra lectura.

Mire: ni la Resistencia ni tampoco Pablo Medina le convenimos. Siga su camino, que lo esperaremos en la bajaíta.

Para dejarlo bien claro: la Resistencia y Pablo Medina estamos enfrentado y queremos acabar con el tipo de vida que usted lleva; una vida a costillas de un país que cada vez está más destruido, más destrozado, más robado y acabado por solo unos cuantos rufianes.

Una parte enorme de Venezuela, la parte mayoritaria del país está conspirando diariamente para que usted deje de hacer plata fácil, plata manchada con Venezuela; de ganarse la vida, de “anotarse en la buena” o como usted lo quiera llamar, desangrando a toda la nación, mientras las grandes mayorías están pasando las de Caín, tanto adentro como afuera de nuestra tierra.

Todo esto que escribimos, que decimos y que hacemos, y que nos hace conectar cada vez más y más con más venezolanos y gente decente y de bien alrededor de todo el mundo, es solo para aquellos que creen en la recuperación del camino de una Venezuela que se empezó a perder algún tiempo antes de la aparición de Hugo Chávez, que éste y Maduro la terminaron de hundir y que se puede desandar para rehacerla.

Por eso es que estamos en la construcción de una Asamblea Originaria Libertadora que recupere la legitimidad y legalidad perdida del estado venezolano. Una Asamblea compuesta por hombres y mujeres que tienen que combatir en contra de la indiferencia de las grandes potencias de Occidente, la maldad programada de muchos países siniestros de Oriente, una clase política supuestamente opositora que insiste en invisibilizar el desastre de Venezuela desaguada, una cantidad enorme de venezolanos adentro y afuera del país anestesiados que ya no quieren saber nada de nada de la política y de un régimen traidor que ha alquilado a nuestra tierra por menos de treinta monedas.

Por eso: ¡Dios, Venezuela y Cese de la Ocupación!

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